La Guía del Viajero Intergaláctico

Bastante interesante y cotorra resulta la adaptación cinematográfica del libro "Hitchhiker's Guide to the Galaxy", escrito por Douglas Adams en 1979 y que fue fue llevada a la pantalla grande en 2005 con el mismo nombre, y llamándose en español precisamente como dice el título de este texto. Como buena producción inglesa (¿me equivoco?), el humor es... digamos ligero, pero bastante aceptable. Aquí escuchamos la famosa frase "adiós y gracias por todo el pescado", creada por delfines que huyen del planeta Tierra cuando se acerca el final de nuestro mundo, a manos de unos aliens bastante gordos y feos que son burócratas espaciales que acaban con esta tercera piedra para poder construir una autopista galáctica. Luego de la explosión, sólo sobreviven el adormilado Arthur y su mejor amigo, Ford, que en realidad es un extraterrestre que por muchos años se avecindó en la Tierra. Ambos son rescatados por una nave autosecuestrada por el Presidente de la Galaxia, Zaphod, quien anda desesperado buscando el planeta Magrathea y así poder encontrar la "respuesta definitiva". Pero la parte medular de este asunto es precisamente la Guía del Viajero Intergaláctico, que es un libro que indica las normas a seguir en cada planeta, la forma de tratar a los seres de cada planeta, las galaxias que existen en el universo, en fin, una auténtica biblioteca con toda la información que se necesita del infinito. Eso sí, desesperante porque eso de pensar que se es el único sobreviviente del planeta, es algo que causa cierto dolor de estómago. Muchos se quejarán de este post si ya han visto la cinta adaptada del libro, y dirán quizá que es una ideología, que es una doctrina o qué se yo. En este caso, yo les comento la película, a fin de que se interesen por verla, y si les gusta, qué chiro, y si no, pues ya qué... Servidos.